La importancia de la Biblioteca virtual
En los tiempos actuales, la mayoría de las personas tiene
en sus manos una de las herramientas más poderosas que no se había tenido
nunca: la web. Desde la versión 1.0 donde todas las páginas de internet se manejaban
con un formato HTML donde no se podían editar contenidos, hasta el día de hoy
con la versión 3.0 donde el internet se ha transformado en una base de datos
donde el usuario solo con buscar con palabras clave se encuentra ante un mundo
de información.
En el caso de las bibliotecas virtuales, según el texto de
Agenjo Bullón se habla particularmente del avance que ha tenido la Fundación
Ignacio de Larramendi en la transformación de su biblioteca digital. Este
relata desde el inicio de la organización de fuentes Bibliográficas en un
CD-ROM con el entorno basado en una página web hasta la incorporación de todos
los recursos actuales de la web para ordenar más de 20 millones de fuentes bibliográficas.
Sin duda el aspecto más relevante de toda la información
tecnificada que se leyó en esta lectura,
hace Hincapié en que los mismos tiempos permiten que nosotros como usuarios
tengamos a la mano una gama de información, esta se clasifica de acuerdo a los criterios
establecidos por la fundación y sobresale el esquema
Persona-Obra-Expresión-Manifestación-Item.
Tal vez no es necesario tener demasiados conocimientos
sobre los esquemas de las páginas web, ya que todo hoy en día parece demasiado
intuitivo en la red. Más sin embargo en nuestro caso como buscadores y
seleccionadores de la información debemos entender la estructura básica de las
bibliotecas virtuales, para no perdernos en la avalancha de información que
tenemos en el internet.
También se rescata de la lectura que el impulso de “Europeana”
pretende potenciar el diseño de una búsqueda de materiales bibliográficos de
manera semántica, entendida esta como la combinación de signos y la manera como
nuestra mente asigna una interpretación a estos. Aunque el mismo autor hace
referencia a que uno de los principales problemas de “Europeana” es la
dificultad que experimentan los usuarios para encontrar una verdadera
interrelación entre los contenidos aportados por los distintos países miembros.
Todo lo tecnológico por supuesto que no es perfecto,
precisamente por ello se tiene que estar en constante actualización, para las
bibliotecas digitales el reto es mantenerse vigentes, evitar que entre tantos
datos algunos recursos bibliográficos se pierdan, aumentar la digitalización de
libros, cuidar los derechos de autor (copyright for Creativity) y hacer de sus
plataformas un ambiente ameno para las personas.
Todo ello conlleva un cambio de paradigma, mismo que a
conclusión del autor lo menciona como que la Fundación Larramendi tiene
definida una estrategia que coincide en grandes líneas con el nuevo paradigma
que van delineando las instituciones internacionales el cual consiste en ser un
agregado tecnológico de otros objetos digitales conformados por terceras o
cuartas fuentes.
En lo personal nunca he recurrido a una biblioteca virtual
para obtener información, es una herramienta que no se utilizar y no es que me
considere romántico de los libros que se encuentran en los estantes y ese olor
a papel que suele ser tan agradable, sino más bien que no he logrado adaptarme
a las lecturas en formatos digitales. Seguramente este es el momento para
tratar de adquirir esta habilidad, pues la maestría en esta modalidad así lo
amerita.
Arturo Rivera Alcantar